Durante noviembre 2013, trabajé en una empresa en la que se elaboraban fanales, velas y lámparas en parafina. Yo estaba encargada de realizar los acabados de las piezas.
El taller se encontraba en Chorrillos (distrito al sur de Lima) y yo vivía en Comas (distrito al norte de Lima) por lo cual debía hacer un viaje de dos horas y media y tomar tres líneas de bus para llegar hasta el lugar.
Las condiciones laborales de seguridad e higiene en la empresa eran precarias. El sueldo era poco pero dadas mis circunstancias económicas y bajo la esperanza de aprender nuevas técnicas artesanales acepté laborar ahí.
La primera semana se me pagó 30 % menos de lo acordado, sustentado con una fórmula de Excel y apoyado por una supuesta ley del ministerio de trabajo. Decidí dejar el empleo a fin de mes y para tolerar estas circunstancias se me ocurrió que encontraría situaciones extraordinarias que me motivarían a continuar laborando hasta el último día del mes.
Es así como cada día después del trabajo y completamente exhausta, mi cerebro se preparaba para lo extraordinario. Y ocurrió.
A continuación una lista de 5 eventos extraordinarios sucedidos durante mis últimos días de trabajo:

Miércoles 20 de noviembre
Un señor a mi lado escuchaba música desde su celular y pude ver cuando seleccionó la canción:
“Tengo derecho a ser feliz”.
Luego cuando eran las 21:09 seleccionó la canción “Sé que volverás”.
En esos momentos una chica que estaba parada a mi lado se moría de cansancio y había dejado caer su bolso mientras un chico al frente me miraba escribir.
A las 9:16 el señor de las canciones se persignó.
Antes de bajarme en la siguiente estación, un perrito se puso en medio de la pista, pensé que el bus lo iba a atropellar y casi lancé un grito; en ese instante el señor de las canciones me miró. Iba sentado a mi lado y durante todo el trayecto no dejó de sonreír al escuchar sus canciones.

Jueves 21 de noviembre
Veo un paradero abandonado en la Avenida Guardia Peruana en Chorrillos y pienso en que debí haber traído mi cámara porque el paradero abandonado, sucio, mal pintado y oxidado junto con el cielo azul chorrillano, quedarían hermosos en una fotografía.
A la altura de la estación Plaza de Flores vi a tres aves dar vueltas en círculos y luego alinearse para volar juntas, me pareció algo mágico.

Viernes 22 de noviembre
Cosas increíbles: Chica esperando el metropolitano*, tiene un arete en forma de corazón con cuentas de diamante turquesa en los bordes. Chico a mi lado tomando red Bull, subió en la estación Matellini y se bajó en el Boulevard de Barranco (era lindo).

Sábado 23 de noviembre
Encontré una carta tirada en el piso era de la Comparsa de Chimaycha Barrio Santa Rosa y estaba dirigida al Señor Presidente de la Asociación Centro Unión Cultural Santa Ana, era una carta de invitación a su primer aniversario que se realizaría el 1 de diciembre en el Mercado Cooperativo Primero de mayo en la Av. Vargas Machuca, San Juan de Miraflores. La carta parecía estar tirada varios días. Pensé en devolverla pero luego decidí quedármela como evidencia de que algunas cosas extraordinarias se hacen realidad. Una cuadra más adelante vi a una mujer vestida de novia a las 9 de la mañana, situación que me pareció extraña más que extraordinaria; pero lo extraño también es extra-ordinario.

Lunes 25 de noviembre
Nada extraordinario sucede hoy, excepto por las nubes negras que salen del mar de Chorrillos y se dirigen velozmente junto conmigo hacia el norte.

Martes 26 de noviembre
Me dirijo hacia el trabajo en el Expreso 1 (Ruta rápida del Metropolitano*) que es la única ruta de expresos que va desde la estación Naranjal hasta la estación Matellini (últimas estaciones tanto del norte como del sur). Voy como siempre aplastada por miles de cuerpos y parada hasta la estación Angamos, cuando ya puedo sentarme súbitamente empiezo a tener un fuerte dolor de cabeza en el lado derecho del cerebro y cuando ya estoy en la estación Boulevard en Barranco siento que mi brazo derecho y mi pierna derecha están adormecidos. Me bajo en la estación Matellini y empiezo a caminar hacia el trabajo pero siento claramente como el lado derecho de mi cara se empieza a adormecer…

Fin de texto a modo de epílogo
El 26 de noviembre luego de salir de la estación Matellini, decidí ir de emergencia al hospital. No llegué a trabajar hasta fin de mes; me retiré del trabajo porque estuve a punto de sufrir una parálisis facial y hoy 21 de diciembre de 2013, aún estoy en tratamiento.

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2013
NADA EXTRAORDINARIO SUCEDE HOY